domingo, 9 de mayo de 2010

PARLA - PINTO, GALAXIAS MUY DISTANTES





Un lector ha insertado su opinión en el siguiente enlace, https://www.blogger.com/comment.g?blogID=6611908209800401406&postID=1625701861198636531 , haciendo una alusión comparativa con el municipio de Pinto y como mi respuesta es más larga de la capacidad admitida por  el sistema, paso a responderle a continuación.








Totalmente de acuerdo contigo. Pese a su cercanía geográfica, Pinto está como en otra galaxia comparado con Parla y justamente es uno de los espejos en los que hay que mirarse, no hay que irse más lejos. Haciendo un símil, Pinto juega en la "Liga de las Estrellas" de las ciudades prósperas mientras que Parla aún transita por la "tercera división urbana". Un vistazo a la abismal diferencia respecto a la renta per cápita no deja lugar a dudas: Pinto  33.708 euros, por habitante, Parla 11.811 euros por habitante (Fuente:Indicador Renta Bruta Disponible 2007 Comunidad de Madrid). Con eso se dice prácticamente todo.









Recalcar que Pinto (44.000 habitantes) tiene tres veces menos población que Parla (133.000 habitantes), lo cual constituye un agravio comparativo rotundo. ¿Cómo es posible que un municipio tres veces más pequeño que Parla y que está al lado, tenga unas infraestructuras impresionantes y de nivel europeo: su centro comercial, cines, su gran teatro, el precioso parque Juan Carlos I, el enorme pabellón polideportivo, la limpieza de las calles, la armonía visual del entorno urbano en general, su pujanza económica, etc.




¿Qué ha pasado en Parla para que el municipio de al lado que es tres veces más pequeño tenga unas infraestructuras mucho mejores que las nuestras?.









La calidad de su urbanismo y el estado de la ciudad lo convierten en un auténtico paradigma del buen hacer urbanístico que entronca con un gran desarrollo humano y social. A nivel asociativo, hay un sólido entramado de fuertes asociaciones de toda índole: culturales, deportivas, lúdicas, etc. muy arraigadas en la vida de la ciudad.




Existe en Pinto una oferta educativa equilibrada entre la enseñanza privada-concertada y la pública, mientras que Parla ostenta los récords de fracaso escolar en la Comunidad de Madrid.





Otro ejemplo, en los jardines de Pinto no verás nunca el derroche ingente en flores y personal de jardines entregados a este efímero menester floral que desde hace muchos años se viene produciendo en Parla cuando en cualquier ciudad ya optan por plantas arbustivas que no requieran casi ni de riegos ni de cuidados y resistentes al trasiego diario de parte de los ciudadanos que  suelen ensañarse con la frágil vegetación.









Tampoco verás en Pinto las ingentes cantidades de basuras y escombros que jalonan los campos parleños.









Simplemente en un paseo por las calles pinteñas se aprecia otro tipo de gente y de ambiente radicalmente distintos a lo que se suele ver en las calles de Parla. 







Y nada más tangible que la enorme diferencia en el precio del metro cuadrado en uno y otro municipio, pese a estar a la misma distancia de Madrid, que es uno de los parámetros que ayuda a definir el precio del suelo.









No valen excusas políticas. En Pinto, en los últimos 30 años, salvo por unos meses, siempre ha gobernado el PSOE, al igual que en Parla. No sólo eso, la vida política de Pinto ha sido siempre muy turbulenta, desde el numerosas veces imputado ex-alcalde Antonio Fernández, el condenado e inhabilitado concejal de urbanismo de IU Carlos Penit, el tránsfuga Reyes Maestre, etc. Auténticos escándalos que han salpicado con gran frecuencia la política pinteña.







¿Qué sucede entonces?. Que pese a todo, desde siempre en Ayuntamiento de Pinto se  ha apoyado en muy buenos profesionales y a la vez ha sido muy riguroso y exigente en todo lo referente a los temas urbanísticos, haciendo cumplir la disciplina legal, aceptando sólo proyectos de mucha calidad e introduciendo modificaciones a los mismos para que estén integrados en la normativa vigente y en el entorno circundante, todo en las antípodas de la absoluta ley de la selva que impera en las calles y edificios de Parla, de donde salen parabólicas de los ladrillos, aires acondicionados, canalizaciones, tubos, cables, cada uno pone la persiana del color que le viene en gana, los toldos, los cerramientos sin ningún criterio estético, cartelería comercial chavacana y anárquica y, en definitiva, contribuyendo a ese tercermundismo visual y estético que enseguida te impacta cuando levantas la vista en la mayoría de las calles de Parla. Hasta gran parte de los edificios nuevos son de gran vulgaridad arquitectónica como ocurre en un importante porcentaje de los de Parla-Este o el resto de desarrollos parleños. Edificios nuevos ya masacrados  en sus fachadas con todos los horrores estéticos que ya eran conocidos: máquinas de aire acondicionado, garrafas, tubos, canalizaciones, pérgolas,  parabólicas, mosquiteras, y lo que a cada propietario le dé la gana. Y han seguido permiténdose con toda impunidad. ¿Por qué?.







Es un suma y sigue de despropósitos,  desidia, inoperancia y nula profesionalidad, que al final acaba por pasar factura en todos los órdenes de la vida de una ciudad, como le está pasando a Parla. En un mundo tan competitivo en el que la excelencia prima sobre todas las cosas y la inversión es muy sensible para cambiar de ubicación, no se pueden permitir los horrores urbanísticos y disciplinarios que en Parla llevan casi 30 años permitiéndose.




Ilimitados disparates desde las palmeras, las veladas de boxeo, al césped artificial, a la desastrosa rotonda del hospital, a la constante rectificación del viario nada más recepcionarlo en obra nueva, eternos parcheados de todo, los efímeros caballos de la policía, gastos en publicidad y autobombo, obras mal recepcionadas, señalizaciones viarias carentes de unidad estética  ni economía de materiales, parques y zonas verdes en estado lamentable por falta de criterio en su diseño ni en su gestión, casi todos los servicios municipales totalmente privatizados, desmesurado enchufismo, etc. La lista es infinita.











Cada vez que se cruza en coche el paso bajo la R-4 y las vías del AVE, para pasar de Parla a Pinto, es que cambia todo de repente. Ya te recibe una rotonda bien ajardinada que no precisa mantenimiento, un polígono industrial perfectamente trazado, limpio y arbolado incluso antes de que se implantes las primeras empresas, grandes empresas instaladas en el municipio, y ya cuando accedes a la propia ciudad de Pinto bajo el paso de la línea férrea, es que no dejas de frotarte lo ojos de lo racionalmente que están allí planteadas todas las cuestiones referentes a la organización municipal y la convivencia ciudadana y lo bien que en general funciona la ciudad.









Particularmente creo que Pinto es sin duda, uno de los mejores municipios de toda España. Como he citado, es un espejo donde mirarse, pero Parla se ha pasado mucho tiempo de espaldas al progreso. 



Nada más simbólico que el hecho de que gran parte de los parleños acuden el día de su boda al parque Juan Carlos I de Pinto a hacerse sus fotografías y vídeos, síntoma inequívoco de que hasta los propios parleños reconocen que en cuanto a encanto paisajístico, no hay ningún lugar similar en Parla.












No hay comentarios:

Publicar un comentario